SANA Desarrollo Personal

«Conoce, Acepta, Transforma»: ACEPTA 

El segundo paso es la Aceptación.

Y esto ¿qué implica? Por un lado, reconocer tu historia personal, todo aquello que has vivido en las distintas etapas de tu vida, tanto lo que te generó satisfacción o bienestar, como lo que te dañó, sin aferrarte a ella.

El tiempo te da perspectiva y, si tienes interés, te da también aprendizaje y madurez para poder sostener situaciones o vivencias complicadas de tu pasado.

Acepta lo que descubras, de ti y del resto, con los ojos de la compasión. Admite lo que no depende de ti, ya que si no está en tu mano, lo único que conseguirás es frustrarte, además de acumular ira, decepción y tristeza. 

Recuerda:

  • Tu historia, es sólo eso. Tú eres mucho más que lo que has vivido. Dale su justo valor.
  • La compasión nos habla de una comprensión profunda. Cada persona se encuentra en un momento de su desarrollo, con unas herramientas limitadas y, además, no puede dar lo que no posee. Esto no implica que justifiques ni que soportes todo. Se trata de que busques un equilibrio entre el rol de víctima «el pobre de mí/ti», ya que te invalida o invalidas al otro para una acción futura, y el rol de castigador «que mal@ soy o son el resto», que genera culpa, lo que te llevará de nuevo al rol de víctima.

Si no depende de ti, para qué resistirte. Si cuando sales a la calle, está lloviendo, puedes enfadarte y protestar, ¿de qué te sirve? Quizás puedas tomar otras decisiones.